Uno de los aspectos que diferencian a los cocodrilos de otras especies de reptiles, es su conducta reproductiva. Por ejemplo: sabemos que las hembras cocodrilo son unas amorosas y protectoras madres, pero ¿sabÍan ustedes que, dependiendo de la especie, utilizan diferentes estrategias para incubar sus huevos?, ¿sabían también que dependiendo de la temperatura de incubación, las crías pueden nacer de diferente sexo?, y finalmente, ¿sabían que las crías no sólo emiten chillidos para avisar a su madre que ya van a nacer sino que además poseen un “diente de leche” que les ayuda a romper el cascarón? Así es, vayamos con calma explicando cada una de estas características.
Hembras maternales: a diferencia de todos los demás reptiles (tortugas, serpientes, lagartijas e iguanas) las futuras madres cocodrilo se mantienen cerca del nido incubando sus huevos para protegerlos de posibles depredadores, quienes por lo general, son animales tales como los coaties y mapaches, pero si se encuentran cerca de poblaciones humanas, es posible que también hayan perros o inclusive personas. La cocodrila ahuyentará a cualquiera que amenace a sus futuras crías.
Incubación: Las cocodrilas, dependiendo de la especie, depositarán sus huevos en la arena (sí, como las tortugas), o bien, juntarán tierra y hojas (tanto verdes como secas ) con las que construirán un montículo dentro del cual depositarán sus huevos; otras especies buscarán hacer hoyos en la tierra cerca de enormes termiteros subterráneos con lo cual garantizarán una buena temperatura para sus crías.
Temperatura de incubación: Los diferentes tipos de nido se elaboran con la finalidad de proveer a las futuras crías temperaturas que oscilan entre los 28 y 32 grados. Los científicos han observado que si la temperatura es constante y se mantiene siempre entre 29 y 30 grados nacerán hembras y si se mantiene en 28 o en 31 grados nacerán machos.
Eclosión: Las crías, al terminar su desarrollo embrionario (entre 65 y 95 días), emiten chillidos con los cuales avisan a su madre que están listas para nacer y comienzan a romper el cascarón ayudados por una serie de escamas endurecidas en la punta del hocico y el cual desaparece en las primeras semanas de vida.
Durante estas primeras semanas, por lo general las madres cocodrilo suelen mantenerse cerca de sus retoños para brindarles seguridad, ya que esas pequeñas criaturas que miden apenas 20 cms, son objeto de la depredación de gran diversidad de especies tales como: grandes peces, cangrejos, garzas, coaties y mapaches. Se estima que sólo una de cada 100 crías llegan a la edad adulta. Por esa razón, los aspectos reproductivos de cada especie son fundamentales para su éxito evolutivo.